La fuga, según relata el diario Río Negro, ocurrió ayer cerca de las 14. Una docena de internos del Pabellón 4 del Penal 2 de Roca se metieron en un túnel que empalmaba con otra excavación de 32 metros que había sido descubierta días atrás por los mismos guardias. A la salida del túnel, que pasaba por debajo del muro de contención, a los evadidos los esperaba un grupo de cómplices, que dispararon intensamente contra los celadores, que advirtieron la fuga.
En total 12 presos del Pabellón 4 lograron escapar por la boca de un túnel que esta vez pasó por debajo del murallón perimetral y los dejó a sólo un alambrado de la calle. Nueve de ellos fueron recapturados en las primeras dos horas, en distintos allanamientos en los que también apresaron a uno de los colaboradores y secuestraron un arsenal. Los otros tres evadidos eran intensamente buscados anoche. Uno está condenado a 9 años de cárcel por robo a mano armada, otro tiene una condena no firme de 11 años por un resonante asesinato y el otro cumplía una pena de casi 7 años de prisión por robo calificado.
Para huir con éxito sólo les falló una cosa: el horario. Desplegaron el plan justo a las 14, cuando se estaba realizando el recambio de guardia y había más efectivos que los habituales en la unidad. Además, desconocían que la policía estaba lista para colaborar ante el primer llamado. Por eso las primeras capturas se produjeron en cuestión de minutos y las demás se concretaron en pocas horas, con intervención de la Brigada de Investigaciones y las unidades 21º, 31º y Tercera. Los primeros seis prófugos fueron apresados dentro de una casa, donde la policía secuestró una pistola Magnum 357, una 9 milímetros, una pistola calibre 45 y una semiautomática calibre 22, de las llamadas Mini Uzi. Todas son armas de guerra y al momento de las capturas estaban en poder de los prófugos.
Allí también detuvieron a uno de los que prestó ayuda externa. El resto de los colaboradores que atacaron con una lluvia de balas a los guardias de la muralla norte del penal desde cuatro motos y al menos un auto están siendo intensamente buscados, y varios de ellos están identificados, confió el jefe de la Comisaría 21º de General Roca, Cristian Martínez. Cuando se desató la fuga había mujeres y niños en el penal de la calle Maipú, porque fue en pleno horario de visita. También había numerosos internos en el sector de patio, por donde zumbaban los disparos. Todos debieron ser evacuados y una vez que regresó la calma algunos familiares pudieron reingresar para conocer el estado de los detenidos, según el diario rionegrino. Desde la muralla los agentes penitenciarios respondieron a la balacera con postas de goma y los policías con sus reglamentarias con balas de plomo. De milagro no hubo consecuencias fatales, aunque según admitió el jefe del Penal, Emilio Martínez, hubo "algunos internos lesionados pero no de gravedad".

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